Este jueves 10 de abril, Argentina se sumergirá en un paro general convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT) en protesta por las políticas económicas del gobierno de Javier Milei. La medida de fuerza, que durará 24 horas, promete ser una de las más contundentes desde el inicio de la gestión del presidente actual.
El transporte público será uno de los sectores más afectados por el paro. Los trenes, operados por gremios como La Fraternidad y la Unión Ferroviaria, no circularán en todo el país. De igual manera, el servicio del subte y el premetro también se suspenderá debido a la adhesión de los metrodelegados. Sin embargo, un rayo de esperanza para los usuarios de transporte público es que los colectivos, operados por la Unión Tranviarios Automotor (UTA), circularán con normalidad gracias a una conciliación obligatoria vigente hasta el 11 de abril. Aunque la UTA no se sumará al paro, la circulación de las líneas de colectivo no está garantizada, ya que en jornadas similares, varias líneas han suspendido sus servicios por falta de condiciones para operar o por la adhesión informal de los choferes.
El sector aéreo también sufrirá las consecuencias del paro. La Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) y la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA) han confirmado su adhesión a la medida de fuerza. Como resultado, no habrá vuelos durante toda la jornada. Aerolíneas Argentinas ha cancelado 258 vuelos, incluyendo 216 de cabotaje, 25 regionales y 17 internacionales. Además, han reprogramado 14 vuelos internacionales fuera del horario del paro y lograron reubicar al 80% de los afectados. JetSMART ha cancelado todos los vuelos domésticos del jueves y reprogramará sus vuelos internacionales con ajustes de horarios y aeropuertos. Fly Bondi, por su parte, concentrará toda su operación en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza y está reestructurando los vuelos con cambios de horarios y aeropuertos.

El impacto del paro no se limitará al transporte. En el ámbito educativo, la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA) ha confirmado su adhesión al paro, lo que implicará la suspensión de clases en numerosas escuelas públicas y privadas del país. Las familias deberán reorganizar sus rutinas ante esta interrupción. En el sector de la salud pública, la participación de gremios como la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) dejará sin atención al público a hospitales y centros de salud estatales. Solo se atenderán emergencias, por lo que se aconseja posponer consultas y trámites no urgentes.
La administración pública, tanto a nivel nacional como municipal, también cerrará sus puertas debido a la adhesión de los sindicatos del sector. Asimismo, los bancos, representados por la Asociación Bancaria, no ofrecerán atención presencial en sus sucursales el jueves 10. Las operaciones estarán restringidas a canales digitales como home banking y aplicaciones móviles. La recolección de residuos también se interrumpirá en varios distritos, afectando el servicio en localidades donde no esté municipalizado. El reparto de correspondencia también se verá afectado, ya que el Correo Argentino y empresas privadas no realizarán reparto durante el paro.
