La subvariante EG.5 del Covid-19, con mayor capacidad de evasión inmunológica, ha sido identificada en Argentina, generando atención entre expertos. ¿Qué se sabe hasta ahora?
Argentina se encuentra en el foco de la comunidad científica al detectarse una nueva variante del Covid-19, la subvariante EG.5. Aunque esta cepa muestra una mayor habilidad para evadir la inmunidad proporcionada por las vacunas, el Ministerio de Salud argentino ha declarado que, hasta el momento, no hay motivo para preocuparse. A pesar de su rápida propagación, aún no se ha convertido en la variante dominante a nivel global.
Los primeros casos confirmados de la subvariante EG.5 se registraron en la Ciudad de Buenos Aires y en Córdoba, según el Boletín Epidemiológico Nacional publicado recientemente. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la ha clasificado como Variante de Interés (VOI) desde el 9 de agosto de 2023. La variante EG.5 es descendiente del linaje XBB.1.9.2 y comparte similitudes con la variante XBB.1.5 en su perfil de aminoácidos de la proteína pico.

La prevalencia de la subvariante EG.5 está en aumento, pasando del 7,5% en la semana 25 al 17,4% en la semana 29. A pesar de su crecimiento, los expertos señalan que no hay evidencia de que esta variante sea más peligrosa que otras existentes en el momento. El virólogo Humberto Debat, parte del Proyecto Argentino Interinstitucional de genómica de SARS-CoV-2, destaca que su aumento en frecuencia está relacionado con factores de inmunidad poblacional y falta de vacunación en algunas regiones.
A pesar de que la OMS la considera como Variante de Interés, un equipo de investigadores en Japón ha encontrado que la subvariante EG.5 no es más evasiva en términos de inmunidad que otros sublinajes de la variante Ómicron. Aunque la subvariante EG.5 podría generar un aumento en la incidencia de casos y potencialmente volverse dominante, por el momento no se ha establecido una asociación directa entre esta variante y la gravedad de la enfermedad.
Las autoridades de salud en Argentina han evaluado el riesgo global de la subvariante EG.5 como bajo y han señalado que, hasta la fecha, no se ha observado un cambio en la gravedad de la enfermedad. A medida que los investigadores sigan monitoreando y estudiando esta variante, será crucial mantener una vigilancia constante y tomar medidas adecuadas para garantizar la salud pública en el país y en todo el mundo.
