Con la propuesta de derogar 70 leyes obsoletas, el Gobierno busca eliminar restricciones a la libertad individual y modernizar la estructura estatal.
El Gobierno argentino, bajo la conducción del presidente Javier Milei, envió la “Ley Hojarasca” al Congreso. Esta iniciativa propone derogar aproximadamente 70 leyes que, según el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, han obstaculizado las libertades individuales y limitado el derecho de propiedad. La medida se centra en leyes que han quedado obsoletas, muchas de las cuales fueron promulgadas durante gobiernos militares y que, a lo largo de los años, se han vuelto irrelevantes.
El ministro Federico Sturzenegger mencionó en un comunicado que el objetivo de la Ley Hojarasca es simplificar el sistema legal argentino. “Cuanto más leyes, menos justicia”, citó.
Entre las leyes que se propondrán para derogación se encuentran aquellas que restringen la libertad individual y crean trámites innecesarios, así como normas que han sido reemplazadas por legislaciones más modernas. El análisis del Gobierno también destacó la existencia de leyes que establecían obligaciones para instituciones ya extintas y la creación de organismos financiados por el Estado que deberían ser autosuficientes.
El contexto de esta iniciativa no es nuevo. En el pasado, el Gobierno ya había implementado cambios significativos, como la derogación de la ley de alquileres sancionada en 2020. Con el DNU 70, se otorgaron mayores libertades a las partes involucradas en la redacción de contratos. La “Ley Bases”, otra de las propuestas de Sturzenegger, también busca simplificar y modernizar la legislación vigente.
Sin embargo, la Ley Hojarasca es solo una de varias reformas en camino. Milei ha dejado claro que su administración tiene la intención de llevar a cabo un paquete aún más amplio de desregulaciones y derogaciones.
