octubre 13, 2025
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Tyler Robinson, de 22 años, es acusado del asesinato del activista Charlie Kirk

Tyler Robinson, un joven de 22 años oriundo de Utah, fue arrestado tras una intensa persecución policial como principal sospechoso del asesinato de Charlie Kirk, reconocido activista conservador estadounidense. El crimen ocurrió durante un foro estudiantil en el campus de la Universidad Utah Valley (UVU), cuando Kirk recibió un disparo en el cuello mientras debatía frente a un nutrido auditorio. La noticia de la detención fue anunciada inicialmente por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y más tarde confirmada por autoridades locales y federales en conferencia de prensa.

La investigación avanzó rápidamente gracias a la colaboración de la familia de Robinson, cuyo padre proporcionó a las autoridades información clave que permitió su localización. Paralelamente, agentes del FBI descubrieron mensajes que el sospechoso habría enviado en la aplicación Discord, donde confesó a un reducido grupo su responsabilidad en el crimen y anticipó que se entregaría, agradeciendo a sus contactos los “buenos momentos y las risas”. Estos mensajes fueron enviados apenas unas horas antes de su detención, dando cuenta de la premeditación y el estado mental del sospechoso.

Durante el rastrillaje, los investigadores encontraron el arma homicida, un rifle de cerrojo Mauser M98, oculto en una zona boscosa cercana a la universidad y envuelto en una toalla con rastros de ADN coincidentes con Robinson. Junto al rifle, también se halló un destornillador y munición personalizada con inscripciones llamativas, entre ellas expresiones irónicas y referencias antifascistas como “Bella Ciao” y frases como “oye, fascista, atrápalo!”. Uno de los casquillos tenía grabada la frase “Nota un bulto. OwO ¿Qué es esto?”, conocida en la jerga de gamers online.

Según trascendió por fuentes del FBI, Robinson habría dejado una nota donde detallaba su intención de asesinar a Charlie Kirk, la cual fue destruida pero de la que se recuperaron elementos forenses en el domicilio familiar. El director del FBI, Kash Patel, confirmó que los rastros de ADN en la escena del crimen coincidían plenamente con los del sospechoso. Además, se reconstruyó el recorrido de Robinson tras el disparo: usando cámaras del campus, las fuerzas de seguridad observaron que el joven se cambió de ropa y escapó hacia una autopista cercana, evadiendo durante horas su captura.

El arresto de Robinson, que se produjo en una localidad a más de 350 kilómetros al sur de la capital estatal, pone fin a una búsqueda que involucró a centenares de agentes y movilizó a toda la sociedad estadounidense. La brutalidad y el simbolismo del caso, así como la personalidad pública de la víctima, han avivado el debate sobre la polarización política y la violencia en los espacios universitarios del país. El proceso judicial contra el sospechoso comenzará en los próximos días, mientras se multiplican los pedidos de justicia y esclarecimiento en redes sociales y medios de comunicación.

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