El grupo islamista Hamás puso fin a más de dos años de cautiverio al liberar a los últimos 20 rehenes israelíes que aún permanecían con vida en la Franja de Gaza. La operación representa el cierre de la primera fase del histórico acuerdo por la paz en Medio Oriente, impulsado por la Casa Blanca y rubricado por Estados Unidos, Egipto, Catar y Turquía, países que ejercieron como garantes en las arduas negociaciones diplomáticas.
La liberación se produjo en dos tandas: siete rehenes fueron entregados en la ciudad de Gaza en las primeras horas de la mañana, mientras que los trece restantes cruzaron a territorio israelí desde Jan Yunis, en el sur de la Franja, cerca del mediodía. Entre los liberados se encontraban jóvenes secuestrados durante el ataque al festival Nova, soldados capturados en sus bases y civiles tomados en sus propias casas el fatídico 7 de octubre de 2023, día que marcó el inicio de la guerra y la tragedia humanitaria en la región.
Al ingresar a Israel, los rehenes fueron trasladados bajo fuertes medidas de seguridad a la base militar de Reim, para allí realizarles una revisión médica exhaustiva antes de ser derivados a hospitales en las inmediaciones de Tel Aviv. Las familias de los cautivos esperaron la ansiada reunión con una mezcla de emoción, angustia y luto, ya que en paralelo Hamás comenzó a devolver los restos mortales de otros rehenes fallecidos en cautiverio; este lunes fueron entregados cuatro cuerpos, aunque casi una treintena permanecen aún sin localizar.
El acuerdo alcanzado implicó también un gesto de magnitud por parte de Israel, que excarceló a cerca de 2.000 presos palestinos, incluyendo 250 condenados a cadena perpetua. Se trata del mayor canje de prisioneros en la historia reciente del conflicto y, según la diplomacia internacional, constituye la piedra angular sobre la cual podría sostenerse un proceso de paz más duradero tras una guerra que ha dejado cerca de 68.000 muertos y desplazado a cientos de miles de personas en Gaza.
La escena mundial se desplazó durante la jornada a Tel Aviv y luego a Sharm el-Sheikh, en Egipto, donde el presidente estadounidense Donald Trump, impulsor del acuerdo, se reunió con líderes de más de 20 países para consolidar los próximos pasos. El gobierno israelí celebró la liberación destacando el regreso de sus ciudadanos, pero advirtió que exigirá el cumplimiento pleno de la entrega de los cadáveres de los rehenes asesinados, mientras que organismos internacionales llaman a aprovechar el cese del fuego para volver a una senda de diálogo que permita reparar el entramado social destruido en Gaza tras los estragos de la guerra.
