Ante la incesante inflación que azota a la economía argentina, la pregunta recurrente es cómo proteger los ahorros para evitar la pérdida de valor adquisitivo. En este contexto, los plazos fijos en pesos se presentan como una opción cada vez más atractiva. En la actualidad, los plazos fijos tradicionales a 30 días para personas físicas y por no más de $10 millones pagan una tasa del 75% nominal anual, que se transforma en un 107,05% en términos efectivos anuales. Pero, ¿cuánto obtengo si invierto $50.000, $100.000 o $1 millón en plazo fijo?
Según el Relevamiento de Expectativas de Mercados (REM) del Banco Central, se espera que la inflación alcance el 6,2% para marzo. Sin embargo, la tasa de interés de los plazos fijos se mantiene levemente positiva en términos reales, lo que implica una oportunidad para hacerle frente a la inflación. El rendimiento directo de los depósitos a plazo fijo a 30 días es del 6,16%, lo que los convierte en una alternativa atractiva para proteger los ahorros.

La rentabilidad de los plazos fijos es progresiva según el capital inicial. Un plazo fijo a 30 días de $10.000 devuelve $10.616,44 al cumplirse el plazo. Mientras que, si la inversión es de $50.000, el capital total a recibir es de $53.082,19. En caso de invertir $100.000, el capital total a recibir asciende a $106.164. Por último, si la inversión es de $1 millón, el capital total a recibir luego de un plazo fijo a 30 días es de $1.061.639,34.
En resumen, los plazos fijos en pesos se perfilan como una alternativa atractiva para invertir los ahorros y protegerlos de la inflación. Con una tasa de interés que supera el índice inflacionario, los rendimientos son cada vez más atractivos según el capital inicial. La opción de reinvertir el capital y los intereses en plazos fijos sucesivos puede generar aún más ganancias.
