El Fondo Monetario Internacional (FMI) demanda nuevamente a Argentina medidas de contención del gasto, aumento de tarifas y ajuste salarial público, resaltando la necesidad de cumplir los objetivos del programa.
El FMI ha vuelto a poner de manifiesto su postura con respecto a la economía argentina, exigiendo medidas adicionales para enfrentar los desafíos económicos. En una serie de declaraciones, el organismo recalca la importancia de contener el gasto en salarios y jubilaciones, así como la necesidad de incrementar las tarifas. Estas demandas llegan en el contexto de la aprobación de la quinta y sexta revisión del Acuerdo de Facilidades Extendidas.
La quinta y sexta revisión del Servicio Ampliado del Fondo (SAF) a 30 meses de Argentina ha culminado con un desembolso de aproximadamente US$7.500 millones. Sin embargo, el Directorio Ejecutivo señala que los objetivos principales del programa hasta junio de 2023 no se han cumplido debido a desviaciones de políticas y condiciones adversas, como la sequía sin precedentes.
En respuesta a la situación económica desafiante, el FMI indica que se acordaron medidas destinadas a fortalecer las reservas y reforzar la disciplina fiscal, especialmente en un contexto de alta inflación y presiones en la balanza de pagos. La devaluación también es avalada en este contexto.

La Directora Gerente y Presidenta del Directorio del FMI, Kristalina Georgieva, destaca la complejidad creciente de la situación económica después de la cuarta revisión, mencionando la influencia de la sequía y desviaciones en las políticas. Se subraya la necesidad de estabilidad y viabilidad externa a mediano plazo, a través de medidas que incluyen el aumento de tarifas de energía y la contención de salarios públicos y jubilaciones.
La alineación del tipo de cambio y el endurecimiento de la política monetaria son señalados como factores para la acumulación de reservas y la limitación de la transmisión del tipo de cambio a la inflación. La gradual retirada de prácticas de tipos de cambio múltiples y restricciones cambiarias también se menciona, destacando que no reemplazan una política macroeconómica sólida.
La posición del FMI es que el programa debe ejecutarse con determinación y rapidez, planificando para contingencias y con amplio respaldo político. Las medidas económicas y fiscales, incluidos ajustes en gasto e ingresos, serán esenciales para abordar los desafíos y garantizar la estabilidad económica. El compromiso de las autoridades para cumplir sus obligaciones financieras con el FMI también se resalta en este contexto.
