Las fuertes lluvias y las inundaciones han dejado un saldo devastador en varias regiones de España, con la movilización de efectivos de rescate y nuevas alertas meteorológicas.
Las inundaciones que asolan diversas regiones de España han cobrado hasta el momento la vida de al menos 158 personas, según el último informe de la Comunidad Valenciana. Este jueves, los equipos de rescate encontraron diez cuerpos más en Valencia, lo que ha elevado la cifra de víctimas en todo el país. El gobierno español, liderado por Pedro Sánchez, ha movilizado cerca de 1.000 efectivos para hacer frente a la crisis y atender las emergencias.
La situación es alarmante, ya que la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA), responsable de las intensas lluvias, sigue afectando a distintas zonas del país. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha advertido que la DANA aún no ha terminado. Se mantienen las alertas naranja y amarilla emitidas por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) en varias provincias.
Las previsiones meteorológicas indican que las lluvias persistirán, afectando áreas como Castilla y León, Galicia, Aragón, Cataluña, Levante y las Islas Baleares. La AEMET ha anunciado chubascos y tormentas intensas, especialmente en la mitad occidental de Andalucía y Extremadura, lo que podría agravar aún más la situación.
En respuesta a esta crisis, el presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, ha anunciado un plan de emergencia. Este incluye 250 millones de euros en ayudas para los afectados. “Las ayudas serán rápidas y sin burocracia, para que las familias puedan rehacer sus vidas y reparar sus hogares”, destacó Mazón. También informó que cada afectado recibirá 6.000 euros, pudiendo sumar otras ayudas provenientes de diferentes administraciones.
Las inundaciones han causado daños significativos en varias localidades, y se teme que el número de víctimas siga en aumento. Hay decenas de desaparecidos en áreas donde los servicios de emergencia aún no han podido acceder debido a la magnitud de la catástrofe. La DANA, un fenómeno que se origina por corrientes de viento intensas en la parte alta de la atmósfera, ha demostrado su capacidad destructiva en esta ocasión, dejando a su paso un panorama desolador en España.
