Un oficial de la Policía de la Ciudad fue sentenciado a cinco años de prisión por su papel en la manipulación de pruebas tras el asesinato del joven Lucas González, un caso emblemático de violencia institucional.
El oficial es Facundo “Cachorro” Torres, quien fue hallado culpable de encubrir el crimen de Lucas González. Este joven fue asesinado en noviembre de 2021 por tres efectivos de la misma fuerza. El tribunal consideró que Torres plantó un arma de utilería en el vehículo donde viajaban Lucas y sus amigos. Esto fue con el objetivo de disfrazar el asesinato como un “enfrentamiento”.
La condena fue impuesta por el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N.º 29. Este también dictó una inhabilitación especial de diez años para Torres, prohibiéndole ejercer cargos públicos en cualquier ámbito. En la resolución, los jueces resaltaron la gravedad de su accionar, que se encuadra dentro de un contexto de violencia institucional y corrupción dentro de las fuerzas de seguridad. Los fundamentos de la sentencia se darán a conocer el 8 de noviembre.
Durante el juicio, Torres ofreció disculpas a la familia de Lucas, aunque insistió en su inocencia. Sin embargo, la fiscalía, representada por Sandro Abraldes y Nicolás Stivala, lo acusó de ser un actor clave en el encubrimiento del hecho y de la “falsedad ideológica” relacionada con la colocación del arma en la escena del crimen. Los fiscales habían solicitado inicialmente una pena de seis años.
El caso de Lucas González ha tenido un impacto significativo en la opinión pública y en el sistema de justicia. Los tres policías que dispararon contra el auto de Lucas ya fueron condenados a prisión perpetua por homicidio agravado. Otros seis efectivos recibieron penas de entre cuatro y ocho años por diversos delitos relacionados.
