A pesar de la conciliación obligatoria, el conflicto salarial entre la UTA y las cámaras del transporte en el AMBA sigue sin solución. La incertidumbre persiste a medida que se acerca la fecha del paro.
A dos semanas de que se dictara la conciliación obligatoria, el conflicto salarial entre la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y las cámaras del transporte en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) continúa sin vislumbrar una solución. La falta de acuerdos ha llevado a las cámaras a anticipar que será necesario prorrogar la medida de la Secretaría de Trabajo. Ésta busca evitar un paro en el sector.
El desencadenante de esta situación fue el anuncio de un paro de 48 horas por parte de la UTA. El mismo estaba programado para el 30 de septiembre y el 1 de octubre, tras no alcanzar un acuerdo salarial. Sin embargo, esta medida fue suspendida por la convocatoria a conciliación obligatoria por parte del Ministerio de Trabajo, que establece un plazo de 15 días para que ambas partes lleguen a un consenso.
La UTA exige un incremento salarial del 9,4% retroactivo a agosto, lo que elevaría el salario básico a 1.160.000 pesos. Además, han planteado aumentos progresivos para los meses siguientes, alcanzando un total del 24,7% respecto a julio. Por otro lado, las cámaras del transporte sostienen que no pueden asumir este incremento, ya que la Secretaría de Transporte solo les reconoció una suba del 11% en sus costos, cifra que consideran insuficiente.

La situación se complica aún más por la falta de aumentos significativos en los subsidios que recibe el sector. Los recientes ajustes por parte del Gobierno han llevado a una situación en la que los subsidios de Nación solo aumentarán un 0,2%. Por otro lado, los de la Ciudad de Buenos Aires incrementarán un 37%, y los de la provincia de Buenos Aires disminuirán en un 5,8%.
En medio de este estancamiento, la conciliación obligatoria se extiende hasta el 21 de octubre, y existe la posibilidad de solicitar una prórroga por cinco días más. Desde la Secretaría de Trabajo han indicado que, si alguna de las partes lo requiere, la extensión será “segura”. Sin embargo, la falta de diálogo efectivo hasta el momento deja entrever que, a menos que surja una propuesta concreta, las posibilidades de resolución son escasas.
Con la fecha del paro nacional convocado para el 30 de octubre acercándose, la incertidumbre sigue creciendo. La UTA, hasta ahora es el único gremio que no ha confirmado su participación en la medida de fuerza. La misma podría verse impulsada a adherir si el conflicto salarial no se resuelve. La tensión se palpita en el aire, y los próximos días serán cruciales para definir el futuro del transporte en el AMBA.
