La estrategia del Gobierno argentino para mitigar la emergencia energética se centra en reducir el consumo de grandes empresas, garantizando el suministro a los hogares y evitando cortes forzados durante los picos de demanda.
Ante el aumento del consumo y la escasez de energía, las autoridades están diseñando una serie de medidas que buscan evitar cortes forzados de luz. La Secretaría de Energía tiene en mente un esquema que incentivará a grandes usuarios a reducir su consumo, garantizando así un mejor funcionamiento del sistema energético en momentos críticos.
El plan “Programa de Emergencia Verano 2024-2025” contempla compensaciones económicas para aquellas industrias y comercios que decidan disminuir su consumo energético de forma voluntaria. Se estima que empresas que consuman más de 300 kilovatios podrán participar de esta iniciativa. Sin embargo, hasta el momento, el Gobierno no ha comunicado los detalles específicos a las entidades empresariales involucradas.

En este contexto, Daniel González, secretario coordinador de Energía y Minería, subrayó la importancia de estimular la generación eléctrica y la gestión de la demanda. “Estamos trabajando para mitigar los impactos en el corto y largo plazo”, afirmó.
Eduardo Rodríguez Chirillo, secretario de Energía, reafirmó que no habrá cortes programados para los usuarios residenciales. El énfasis está en asegurar que los hogares no sufran las interrupciones, mientras que las grandes empresas asumen la responsabilidad de ajustar su consumo.
La propuesta del Gobierno implica que las empresas modifiquen sus patrones de producción durante los meses de mayor demanda, a cambio de incentivos económicos. “Es un plan totalmente voluntario”, enfatizó Chirillo. Señala que no se trata de imponer cortes programados, sino de ofrecer alternativas para aliviar la presión sobre la red eléctrica. Este enfoque podría ser clave para gestionar la dependencia del país de la importación de energía durante los picos de consumo, especialmente en colaboración con Brasil y Paraguay.
