Una escalada de violencia amenaza la región luego del lanzamiento de drones y misiles iraníes hacia Israel, repelidos en su mayoría por las Fuerzas de Defensa de Israel y aliados internacionales.
Irán desató una ofensiva con drones y misiles contra Israel, desencadenando una serie de ataques que marcan una escalada preocupante en una región ya convulsionada por el conflicto entre Israel y los palestinos en Gaza. El Ejército israelí, junto con Estados Unidos y el Reino Unido, lograron interceptar la mayoría de los disparos, evitando así víctimas fatales entre la población civil, aunque se reportaron daños menores en una base militar y una niña resultó gravemente herida.
En una conferencia de prensa, el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Daniel Hagari, destacó que Israel logró neutralizar la gran mayoría de los ataques, que incluyeron más de 200 tipos de drones y misiles, según estimaciones. Este accionar se llevó a cabo en medio de un clima de alerta máxima en la región, con países como Estados Unidos y el Reino Unido desplegando recursos adicionales para hacer frente a la situación.

Además de los esfuerzos de defensa de Israel, más de 100 drones fueron interceptados fuera de su espacio aéreo por fuerzas aliadas, como Estados Unidos y el Reino Unido, mientras que en Jordania, se detectó y repelió otra tanda de drones iraníes en el cielo de Amán. El gobierno británico, en respuesta a la escalada en la región, anunció el despliegue de aviones adicionales y tanques de reabastecimiento en Medio Oriente.
La escalada de tensiones ha generado preocupación a nivel internacional, lo que llevó al Consejo de Seguridad de la ONU a convocar una reunión de urgencia, solicitada por Israel, para abordar la situación. La comunidad internacional observa con atención los acontecimientos en Medio Oriente, consciente del potencial devastador de un conflicto que podría tener repercusiones globales.
